lunes, 1 de diciembre de 2008

"PERDONAD EL PERDÓN" (LA MEDICINA DE LA COMPASIÓN)

Hoy os voy a hablar de la mejor medicina para el cuerpo y el alma. Y no voy a describiros alguna pócima de hierbas o un remedio ancestral perdido en los baúles de la abuela. Hoy voy a hablaros del perdón como medicina. Sí, ya sé, Louise Hay ha escrito muchos libros sobre este asunto, así como muchos autores de renombre mundial y no voy a "reescribir lo reimpreso", ni a descubrir nada que no tengas en potencia dentro de ti, pero siento la necesidad de expresarlo, sin grandilocuencias, sin tecnicismos y sin otra motivación que unirnos en esta reflexión: ¿A quien has hecho daño? Con mucha o poca justificación, que más da. ¿A quien has mentido? ¿Qué acto o conducta de tu vida crees que debe ser enmendado? Solo dedica unos minutos a pensar en ello, y… percibe lo que sientes. ¿Una ligera contractura en la espalda? ¿Una suave opresión en el pecho? ¿Una vaga sensación de desazón? ¿Vergüenza? ¿Nada? ¿Qué…?

Antes de acostarte intenta mentalmente pedir perdón (no hace falta que llames a tu “víctima”) y expresa durante uno o dos minutos tu pesar por el dolor causado. Luego, si eres cristiano reza con verdadero amor una sencilla oración. Si eres budista utiliza el “amor compasivo” y si eres ateo utiliza tu corazón, que es común a todas las creencias y que es la esencia de la ética en lo social y de la verdadera moral en lo espiritual. Para cambiar debemos empezar por pequeños actos introspectivos, sin esperar grandes resultados inmediatos. Un viejo profesor me decía que “la prisa solo es buena para pedir perdón”. Como escribí hace ya bastantes años, cuando abandoné la adolescencia (bueno, ella me abandonó a mi): “Somos hombres a orillas de nosotros mismos, esperando ser redimidos en el sueño inocente y feliz de un niño".

(Puedes leer también el post sobre "Micromachismos" en: www.doctorakerman.blogspot.com).

10 comentarios:

tumejoramig@ dijo...

Oh Javier, no sabes lo bien que me viene esta entrada tuya, porque desde que te "encontré" por estos mundos, cada vez menos virtuales, siempre quise pedirte perdón por no haber vuelto a tu consulta cuando lo creía necesario, por no haber pasado más tiempo contigo aprendiendo todo lo que me enseñabas a manos llenas (aun recuerdo el día que me diste todo lujo de detalles sobre la iridología, el aparato, la explicación de mi iris, etc), te pido perdón por no haber podido ir a ver el estreno de cada uno de tus libros, aunque no fue adrede. Te pido perdón por ello y por todo lo que no recuerdo. Y como dicen en Hawai Ho'oponopono, perdóname, lo siento, gracias, te quiero. Siempre es maravilloso recordar lo importante del perdón en nuestras vidas, y aun más perdonarnos a nosotros mismos.

Que no perdamos nunca la capacidad para pedir perdón, y menos aun la de perdonar.

Gracias Javier, muchas gracias de corazón.

Un beso enorme y un abrazo inmenso.

CHECHE dijo...

!!Como siempre Javier estupendo post!!
Hace unos días que hice algo que me lo pedía mi corazón, por razones que no voy a explicar(me llevaría mucho tiempo) llamé a una persona de mi familia, de mi misma sangre, estaba alejada de toda la familia, mis padres estaban sufriendo muchísimo,la llamé, enbargada por las lágrimas y sin pensarlo.
No sabía siquiera si me cogería el teléfono, le dije solamente que el pasado es eso pasado, y que hay que mirar adelante, que fuera a casa mis padres no le dirian nada solo la abrazarían, me dijo que bueno que lo pensaría,le di las gracias por escucharme y nada más.
El resultado ha sido estupendo fué a casa de mis padres se abrazaron, hablaron y nada más.Sus hijos lo intentaron de todas formas pero no consiguieron nada, estaba empecinada en su rencor.
Me quedé muy tranquila y mis padres felices de recuperar una hija que sin motivos importantes, había dejado de visitarlos, espero que poco a poco la relación vuelva a ser la que hemos tenido siempre una familia unida y queriendonos todos mucho.Besos.

JAVIER AKERMAN dijo...

Querida amiga:
¡Gracias a ti! Y nada de perdón, pues tu apoyo va más allá de la cercanía física.
Un besote muy grande para ti.

JAVIER AKERMAN dijo...

Apreciada Cheche:
¡Que hermoso es tu comentario! Tu ejemplo dará fuerza a otros para intentar causas similares.
Un fuerte abrazo.

Nersa Roa de Alvarez dijo...

Javier.. Extraordinaria y concreta entrada (POST), yo reforzaría expresando que el perdón como valor, concreta actitudes favorables para vivir en paz, por tal razón almacenar en nuestro interior rencor y que este siga creciendo cada vez más, nos induce a pensar razonablemente ante eventualidades del comportamiento precisando que hay relaciones no sanadas. ¿De qué nos sirve conocernos a nosotros mismos si lo usamos para avivar el odio que tenemos y el sentimiento de culpabilidad, que nos dicen que, a pesar de todos nuestros esfuerzos, jamás seremos capaces de ser, de hacer, ni de servir lo suficiente para ser dignos de nuestro amor propio?

El perdón supone aceptar de verdad nuestro propio merecimiento como seres humanos, entender que los errores son oportunidades para aprehender ,crecer, tomar conciencia , desarrollar la compasión, y comprender que la magnitud del amor por nosotros mismos , por los demás es el hilo que mantiene unido al mundo operativo. Saludos afectuosos Nersa.

El perdón es una respuesta, que implícita a nuestra existencia. El perdón es el medio para reparar lo que está roto.

JAVIER AKERMAN dijo...

Apreciada Nersa:
Comparto tu exposición y me quedo con "el perdón es el medio para reparar lo que está roto".
Un beso y gracias por compatir.

Nerina Thomas dijo...

Gracias.

JAVIER AKERMAN dijo...

Gracias a ti Nerina por la visita.

Matramna dijo...

Hola Javier! No puedes imaginar lo bien que me viene haber descubierto este post. Precisamente de esto estaba yo hablandole el otro dia a un amigo. Y ahora mismo le enviare un mensaje y le pegare el enlace.
Muchas gracias por compartir.
Un abrazo muy grande
Marta

JAVIER AKERMAN dijo...

Apreciada Marta:
Me alegro que te haya gustado el post.
Gracias por tu visita.
Un abrazo.