MEDICINA ALTERNATIVA EN SEGUROS MÉDICOS DE LOS EE.UU.Las compañías de seguros americanas empiezan a descubrir los beneficios de las terapias naturales. Existen muchas iniciativas en este sentido, por ejemplo la del National Center for Complementary and Alternative Medicine y el estado de Washington, que están trabajando conjuntamente realizando estudios de apoyo a la medicina holística. En otros estados, algunos aseguradores ofrecen beneficios parciales o descuentos, aunque en muchos casos la cobertura esté limitada y sea más cara.
Por otro lado tenemos el ejemplo de la “Alternative Health Insurance Services” una compañía innovadora que ayuda a encontrar seguros que cubran las terapias naturales. Para su fundador, el Sr. Steve Gorman, este acercamiento no sólo ofrece alternativas sino que significa un ahorro de dinero. “Se previenen las enfermedades graves, aunque suponga un gasto inicial, ya que la medicina holística enfatiza la prevención de la enfermedad, la rehabilitación y la eliminación de la necesidad de medicación costosa y otros procedimientos. Aunque el proceso sea lento, las compañías de seguros están empezando a capitalizar la popularidad de las alternativas naturales y los consumidores comienzan a recibir los beneficios”. Un incremento en la investigación y una relación más directa entre los naturópatas, terapeutas naturales y los convencionales ayudarían en este proceso.
LA POLÉMICA DE LA REGULARIZACIÓN DE LAS TERAPIAS NATURALES EN ESPAÑA
El Ministerio de Sanidad y Consumo estudia la viabilidad de regular algunas terapias alternativas con la intención de incluirlas en la cartera del Sistema Nacional de Salud, siempre que se pruebe su efectividad y eficacia, aunque reconoce que la tarea "resultará compleja, debido a la gran cantidad de factores a tener en cuenta", según fuentes del Ministerio. Sanidad reconoce que regular las terapias alternativas es una asignatura pendiente en nuestro país, máxime cuando existen otros de nuestro entorno en el que estas terapias ya se encuentran regularizadas. Además, esto es así porque, aunque el Parlamento Europeo realizó un informe sobre medicina alternativa y complementaria y trató de implicar a la Comisión Europea en el objetivo de conseguir una regulación comunitaria de estas terapias, finalmente las "marcadas diferencias" entre los estados miembros en cuanto a la regulación del sector hicieron inviable este acuerdo.
En el caso de España no se ha abordado esta regulación al considerarse que se trata de una tarea "compleja" en la que tendrían que abordarse la regulación tanto de los profesionales, como los centros y las propias terapias, muy diversas, en lo que tendrían que combinarse el Ministerio de Sanidad y Consumo con el de Educación y Ciencia, además de los conflictos de intereses que previsiblemente surgirían entre los médicos y los terapeutas naturistas que desarrollan estas terapias.
Sin embargo, las autoridades sanitarias reconocen que la regularización de estas terapias aportaría notables ventajas para todos. Por ello, y ante la evidencia de que "una parte considerable" de los españoles ha utilizado en algunas ocasión este tipo de terapias, la anterior ministra de Sanidad, Elena Salgado, solicitó la actualización de un estudio realizado en 2000 por la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias del Instituto de Salud Carlos III y ahora se solicita que se actualice el estudio "a la luz de los conocimientos actuales", según Sanidad.
Además y para evitar los posibles conflictos con los profesionales sanitarios, el departamento de Sanidad y Consumo ha iniciado "aproximaciones" con representantes de los sectores implicados al objeto de analizar su naturaleza, peculiaridades y repercusión sobre el ámbito de la salud y determinar cuáles son las medidas de carácter normativo que se deberán acometer para regular el sector.
Los intereses médico-farmacéuticos frenan la regularización en Cataluña:
Era la última promesa sanitaria del programa electoral del PSOE, y va a quedar incumplida esta legislatura. La regulación de las llamadas terapias naturales -un concepto para el que ni siquiera hay una definición clara- va a quedar aparcada para la siguiente legislatura. La falta de un marco común en la UE y los conflictos de intereses (médicos y farmacéuticos están más que recelosos con el asunto) hacen que sea una tarea "compleja", según ha admitido Sanidad en una respuesta parlamentaria. La consejera de Sanidad catalana, la socialista Marina Geli, ha vivido en carne propia esta complejidad. El Gobierno catalán aprobó en enero un decreto que regula 13 terapias naturales. La normativa fija los requisitos técnicos y la formación específica que deben acreditar los centros y los profesionales que ejercen estas terapias. Por ejemplo, establece que los profesionales con menos de cinco años de experiencia deben someterse a un examen.
El decreto va dirigido sólo a los prácticos -aquellos que carecen de titulación universitaria- y regula la acupuntura y las terapias orientales afines, las terapias con criterios naturistas, las manuales (como el shiatsu) y técnicas como la reflexología podal y el drenaje linfático. Su alcance es amplio: afecta a 5.000 profesionales, 60 escuelas y un total de 3.500 establecimientos.
DECRETO PARALIZADO
El proyecto se encuentra, sin embargo, paralizado. El Ministerio de Sanidad presentó un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) y consideran que el decreto autonómico excede las competencias de la comunidad. Unos argumentos que fueron rechazados desde el Gobierno catalán.
El TSJC decidió suspender de forma cautelar una parte sustancial del decreto: cinco de sus artículos y cuatro disposiciones transitorias.
Sólo en Cataluña, un 67% de los pacientes crónicos utilizan alguna terapia natural como la acupuntura, el shiatsu o el quiromasaje. No existe una norma internacional única. En un informe de 2004, la Organización Mundial de la Salud (OMS) se mostró favorable al uso de terapias naturales siempre que representen un beneficio para el paciente. Pero los intereses farmacéuticos y el corporativismo de ciertos sectores de la medicina oficial han cerrado filas para paralizar un proyecto progresista y necesario que beneficiaría a todos: terapeutas, pacientes y al propio Estado.